El curso fue esencial para ayudarme a entender la necesidad e importancia de involucrarme como papá en el proceso de embarazo y parto. Respecto a la llegada del bebé el curso me sirvió para comprender la posición primordial del bebé sobre nosotros como pareja, entiendo el vínculo entre madre e hijo y como poco a poco integrarme al círculo de familia, mi familia.

El acompañamiento de la Doula en el proceso de parto me dio mucha seguridad y tranquilidad para vivir el proceso con paciencia, su apoyo emocional fue primordial para sentir la comprensión y empatía cómo mujeres, su apoyo emocional y físico me dio la seguridad de sentir que la llegada de mi bebé venia en tiempo y de manera segura.

Esto me sucedió a mí, no me preparé para mi parto, ni tomé un curso pisco profiláctico, pero cuando cambié de ginecólogo a los 8 meses de embarazo, en su servicio de parto humanizado incluía una Doula. Haber tenido la compañía de mi Doula Miriam hizo una gran diferencia en mi trabajo de parto, parto e inicio de la lactancia, me hizo sentir muy segura el hecho de tener durante todo el proceso a alguien que me guiaba sin invadir, despejaba mis dudas, me hacía sentir cómoda y en confianza.

Al conocer a Miriam Navarro, me informé que todos esos comentarios eran mitos y que mi leche le servía y le hiba a seguir sirviendo hasta que terminara su lactancia, llegué en un momento muy oportuno y necesario y obtuve el apoyo deseado. Mi lactancia sigue dando sus frutos, mi hija ya está por cumplir 15 años, es una adolescente muy sana, muy amorosa y yo me siento muy satisfecha por haber tomado la mejor decisión informada a través del apoyo de Miriam, para que ella tuviera un destete natural